El románico palentino, una joya del arte europeo

Cuando pensamos en actividades relacionadas con el ocio y la cultura, es inevitable que nos venga a la cabeza el mundo del arte. El universo artístico es enorme y en él, podemos encontrar diferentes disciplinas en función de nuestros gustos. Es habitual relacionar el arte con los museos y las galerías, ya que son los monumentos que albergan las obras, pinturas y esculturas creadas a lo largo de la historia. Sin embargo, el arte se encuentra en cada rincón de nuestras calles. De hecho, es muy probable que el lugar en el que vives esté repleto de diferentes muestras artísticas.

Los españoles tenemos la suerte de pertenecer a un país en el que la representación artística es brutal. Cada provincia alberga catedrales, basílicas e iglesias preciosas que son visitadas por miles de turistas. Castilla y León es una de las comunidades autónomas cuyas catedrales son las más conocidas y queridas. Hasta existe una pequeña rivalidad entre la seo de Burgos y la de León. En Palencia, tenemos la Bella Desconocida con más de 700 años de historia y de estilo predominantemente gótico. Aunque, conserva elementos anteriores de época románica y elementos decorativos barrocos, renacentistas y neoclásicos.

Pero, no es el estilo gótico el que predomina en la provincia palentina. La tierra castellana destaca por albergar la ruta de monumentos románicos más importante de Europa. El románico palentino es una joya del arte europeo. De norte a sur, la ruta se divide en cuatro zonas, siguiendo las comarcas que conforman la provincia.

Las cuatro zonas del románico palentino

En primer lugar, encontramos el Románico norte, ubicado en la Montaña Palentina y con la localidad de Aguilar de Campoo a la cabeza. Es la ruta más importante de todas; de hecho existe un proyecto cuyo objetivo consiste en lograr la denominación de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son 48 los municipios, además de Aguilar, que se pueden visitar siguiendo esta ruta alrededor de la comarca norteña. En ellos, se pueden conocer tanto sus iglesias como sus ermitas que albergan deliciosos detalles constructivos de la época. El templo de San Esteban en Lomilla y el monasterio de Santa María de Mave son dos de las obras más destacadas del Románico norte, que nadie debería perderse.

En segundo lugar, el Románico de La Ojeda, Boedo y Valdavia cuenta con 36 municipios característicos. La iglesia de San Juan Bautista en Moarves de Ojeda y el monasterio de Santa María y San Andrés, conocido como monasterio de San Andrés de Arroyo son algunos de los monumentos que todo amante del arte románico debería conocer. Vega de Bur es otro de los pueblos que destacan en esta parte de la ruta gracias a la iglesia de San Vicente Mártir, la ermita de la virgen del Rebollar y el cementerio de San Tirso.

En tercer lugar, estaría el Románico del Camino de Santiago. Quizás sea una de las zonas más conocidas y visitadas debido a la enorme afluencia de peregrinos que visitan estas localidades palentinas. Las iglesias de Santiago y de Santa María del Camino y, sobre todo, el monasterio de San Zoilo son los monumentos más importantes de Carrión de los Condes. En este último, se encuentran lo sepulcros de los Infantes de Carrión, que según la leyenda, se casaron con las hijas del Cid Campeador.

Aunque, sin lugar a dudas, la joya de la corona es la iglesia de San Martín de Tours en Frómista. Dicen que parece una pequeña isla dentro del entramado urbano del municipio, ya que se puede rodear totalmente para su contemplación. Finalmente, Villalcázar de Sirga es otro de los pueblos llamativos dentro de esta ruta, gracias al templo de Santa María la Blanca, de transición entre románico y gótico.

Por último, encontramos el Románico sur, con la capital palentina como corazón de la ruta. Bajo la actual catedral de Palencia se ubica la cripta de San Antolín, el único resto de la primitiva catedral visigótica. Además el parque de la Huerta de Guadián alberga la iglesia de San Juan Bautista, que fue trasladada piedra por piedra después de que la localidad original en la que se encontraba (Villanueva del Río) fuera anegado por el embalse de Aguilar de Campoo.

El románico palentino es una joya del arte europeo. Por eso, se estudia en todas las Facultades de Arte del continente. Sin embargo, aún necesita una gran visibilidad. Y ese es uno de mis objetivos principales; demostrar todas las joyas y tesoros que esconde Palencia.

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